Todo empieza por dentro
11 de octubre de 2020 2020-11-13 22:48Todo empieza por dentro
He hablado a las familias por más de 10 años en conferencias y talleres, y repito como lora que la mejor forma de ser un buen padre es a través del ejemplo, pero vaya que es difícil, ser un referente para otra persona cuando aún estás trabajando en ti mismo.
Pero el hecho de que sea difícil no quiere decir que no sea el camino correcto. Sin duda alguna, si quieres orientar y guiar a tus hijos de manera adecuada, es vital que crezcas como persona, que te sientas a gusto contigo mismo, que resuelvas tus conflictos, y te armonices con tu ser.
Por eso, decidí escribir este post en donde te comparto, lo que yo hago para trabajar constantemente en mi misma, porque sé que si quiero ser una buena mamá debo ser una persona feliz.
- Tomate un tiempo para ti misma (o) todos los días, así sea media hora de caminata, y preferiblemente a solas; también puede ser encerrarte en un lugar de tu casa por unos minutos y escribir, orar, sentirte, escuchar música, bailar, etc. Algo que te haga sentir en contacto contigo. Te confieso, que a mi me cuesta mucho aún, pero los días en que lo hago, se nota la diferencia. Dedicar tiempo para pasar contigo te ayuda a escucharte y atenderte lo cual permite que puedas dar a otros lo mejor de ti. Y, es que muchas veces la razón por la cual nos cuesta atender a otros desde el amor y la asertividad es porque nos sentimos desatendidos, así que toma un tiempo para ti HOY.
- Aprende cosas nuevas. Puede ser leer, hacer un curso, aprender a tocar instrumentos. Esto te mantendrá motivado, activo, y alegre. Sentir que aprendemos, y alcanzamos diversos tipos de logros, nos hace sentir felices, seguros, aumenta nuestra autoestima y esto nos produce alegría, lo cual mejora nuestras relaciones, actitud optimista y estado de ánimo.
- Invierte tiempo en un hobbie. Dedica tiempo a algo que te gusta, esto genera bienestar y plenitud. Me dirás es que no tengo tiempo pero la realidad es que si posible con disposición y una buena dosis de organización.
- Comprende las temporadas. Cuando mi bebé nació tenía muchas ideas en mente para mi proyecto educativo, quería empezar a grabar para un canal de youtube, crear cursos on line, escribir libros, en fin, tenía una lista grande, sin embargo, tenía que esperar. Mi hijo necesitaba más que nunca de mi de mi en ese momento (los primeros tres meses son cruciales). Quizá ahora mismo hay cosas que quieres hacer, pero no simplemente no es el momento, sueltalas y disfruta de este tiempo con tus hijos, o de tu matrimonio, o proyecto. Cada etapa trae su dolor pero también su deleita, encuentralo.
- Practica el agradecimiento. Dar gracias aún en los momentos difíciles nos ayuda a mantener una perspectiva correcta, a preguntarnos para qué me está pasando esto y no por qué. Al preguntarnos el para qué, logramos abrirnos a las soluciones y esto hace que sea más fácil afrontar los retos de la maternidad, paternidad y las relaciones de pareja, y el trabajo.
- Amate tal como eres. No te des duro, ni quieras dar pasos de crecimiento de forma acelerada. Sé paciente contigo misma, reconoce lo que tienes que mejorar, y poco a poco cambiar lo que deseas.
- Reconoce tus debilidad, aspectos a mejorar, o defectos como los quieras llamar. Hacer esto y definir un plan de transformación puede hacer la diferencia. A veces tenemos la tendencia a creer que nuestros hijos deben cambiar, o nuestro esposo tiene que actuar de cierta manera, sin embargo, una actitud responsable, asertiva y creativa sería ¿qué puedo hacer yo para que mis circunstancias tengan una transformación?
Practicar estas estrategias te ayudará a sentirte pleno, seguro, y feliz, lo cual de manera natural tendrá un impacto en tu rol como padre o madre, e incluso como esposo. Ser el ejemplo, que nuestros hijos necesitan no es fácil pero tampoco imposible.
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